sábado, junio 26, 2010
Día 222
No cuento con el vocabulario arquitectónico para describir este edificio. Sí puedo afirmar que su autor tenía una inusual claridad conceptual: estructura simétrica, entrada y escaleras en el centro, extremos curvos, etc. No se puede al respecto decir que abunden en Teusaquillo las estructuras razonadas, pero tampoco que sean raras.
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Barrio Teusaquillo,
Calle Treinta y tres,
Carrera Dieciséis
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7 comentarios:
¿Qué tal "edificio marinero"?
Tampoco le sentaría mal convertirse en una especie de frigorífico antíguo.
Como la foto del dia 220, estos edificios de Bogotá me encantan: tienen buenas proporciones pues son bajitos y anchos. Un buen concepto del espacio interno y externo -que es el que la foto resalta-.
El blanco es para los edificios un color básico y hermosísimo, y parece un barco, si.
Vengo a dar el paseíto por Bogotá.
222. Uno de los edificios que más me han gustado de los expuestos en tu blog; de hechuras racionalistas. Lástima que la torre eléctrica no te ha dejado tomar una foto impecable. 221. No veo bien el edif. de Avianca, pero pinta guapo. 220.Racionalismo "ladrillano". Precioso.
219. La luz de Lore, lo mejor, junto con el pino de la foto 218 (la vida no se puede comparar con nada, sin duda siempre sale ganando, y es lo que siempre hay que preservar). 217: La Corporación Financiera... es un edificio raro... tendría que verlo en su contexto.
216. El rojo china de la camioneta me gusta mucho (lástima que esas camionetas consuman tanto combustible)
215. El edificio de la Cámara de Comercio es precioso, tirando a Mediterráneo: blanco y con celosías de madera (ahora las llaman bris soleil).
Perdona la longitud del comentario, he tratado de economizar pero...
Un abrazo.
¡Edificio marinero va la mar de bien, que casi vemos salir el capitán! En efecto el poste no ayuda en absoluto, lo sé porque desde este ángulo por lo menos deja ver el edificio. Buena ocasión para aprender de lentes. Pero puede haber sido la chispa de la comparación frigorífica. Después de darle vueltas al tema creo que el blanco confirma ciertos ecos religiosos, tal vez por el espíritu simétrico. Por desgracia han construído junto a varios bellos inmuebles, tristísimas construcciones. Muchos saludos.
No tenemos total certeza, pero nos parece que ese edificio es de José María Montoya Valenzuela, que desarrolló una gran parte de su obra en las zonas de Palermo y Teusaquillo
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