Día 975

Le recomiendo al amable visitante que, aprovechando las evocaciones de la imagen, respire profundo: llene usted de oxígeno sus pulmones siguiendo la costumbre de los seres vivos: cómo y cuánto pueda.

Día 782

Las Torres de Fenicia se llaman así porque ocupan el lugar donde antiguamente se encontraba la fábrica de vidrio del mismo nombre. Allí vivía cuando conocí el poema "Tal vez una mañana", de Eugenio Montale:

Forse un mattino andando in un’aria di vetro,

arida, rivolgendomi, vedrò compirsi il miracolo:

il nulla alle mie spalle, il vuoto dietro

di me, con un terrore di ubriaco.

Poi come s’uno schermo, s’accamperanno di gitto

Alberi case colli per l’inganno consueto.

Ma sarà troppo tardi; ed io me n’andrò zitto

Tra gli uomini che non si voltano, col mio segreto.

Una traducción (enlace).

Día 377

Las torres de Fenicia desde el Eje Ambiental, donde se encuentra este grafiti.

Día 75

Estas son las Torres de Fenicia vistas desde el eje ambiental, a la altura de la avenida Diecinueve. Se llaman así porque se encuentran en la antigua fábrica Fenicia, que suministraba las botellas a la naciente industria cervezeria bogotana. El barrio se llama Germanaia, lo que está en sintonía con la marca Bavaria, gracias a la cual los colombianos y colombianas hemos tomado una pésima 'birra' durante más de un siglo. Ahora, ¿por qué una fábrica de vidrios ha de llamarse "Fenicia"? Hondo es el pozo del pasado.

Día 70

Una obra de Transmilenio a la que poca atención le hemos prestado es a la de la carrera Tercera, tal vez por ser de menor impacto que las de la Décima y la Veintiséis. Pero esta esquina, en concreto, no podrá cambiar más, pues allí se levantará el Centro Cultural Español, un edificio sin muchas ventanas al cual poco le favorecen las maquetas, por decir lo menos. En todo caso les quedo debiendo una Torre de Fenicia, que es idéntica a la de la izquierda, pero aún más al norte.