Observatorio personal con fines públicos del centro de la ciudad, entre las calles 1 y 72 y las carreras 1 y 30.
domingo, junio 13, 2010
Día 209
Cerca del extremo noroccidental del reino de este blog se encuentra esta casa. Las indicaciones contrarias a continuar son flagrantes. La señal roja, los zapatos que cuelgan, una flecha invitando a dar media vuelta. Y por la izquierda, la rutptura.
Decadente y abandonada arquitectura que no parece querer renunciar a su orgullo de esquina imprescindible. Últimos latidos de un insistente e incunable reclamo de una época agonizante. Renovarse o morir. Esta fotografía, evidentemente, trasciende la simple escena. Gracias.
Javier, fue de veras llamativo encontrar esta casa en un lugar tan alejado del Centro. No sólo se pregunta uno sobre otros posibles desarrollos de la ciudad, sino incluso sobre cómo habrá sido en su momento. De hecho, esta sacita debió de quedar en los suburbios de Chapinero, que en su momento tuvo un desarrollo independiente.
nuevo intento: de la bella Santa Bárbara a este horror, parece transcurrir una posible ciudad... en esta ocasión es Bogotá. Cómo pueden convivir estos extremos? conviven?
Nooo, al contrario, esperamos con cierta ansiedad los comentarios. Ahora, yo creo que muchos bogotanos transitamos por los mismos espacios, pero no necesariamente convivimos. Por eso son muy loables los esfuerzos por crear ámbitos urbanos, como plazas, árques, y sobre todo andenes, que son lo más democrático que quepa imaginar. La pobre casita de la esquina, por desgracia, ya parece estar condenada...
5 comentarios:
Decadente y abandonada arquitectura que no parece querer renunciar a su orgullo de esquina imprescindible. Últimos latidos de un insistente e incunable reclamo de una época agonizante.
Renovarse o morir.
Esta fotografía, evidentemente, trasciende la simple escena.
Gracias.
Javier, fue de veras llamativo encontrar esta casa en un lugar tan alejado del Centro. No sólo se pregunta uno sobre otros posibles desarrollos de la ciudad, sino incluso sobre cómo habrá sido en su momento. De hecho, esta sacita debió de quedar en los suburbios de Chapinero, que en su momento tuvo un desarrollo independiente.
Un abrazo.
mi comentario no se registró... censura en este blog?
nuevo intento: de la bella Santa Bárbara a este horror, parece transcurrir una posible ciudad... en esta ocasión es Bogotá. Cómo pueden convivir estos extremos? conviven?
Nooo, al contrario, esperamos con cierta ansiedad los comentarios. Ahora, yo creo que muchos bogotanos transitamos por los mismos espacios, pero no necesariamente convivimos. Por eso son muy loables los esfuerzos por crear ámbitos urbanos, como plazas, árques, y sobre todo andenes, que son lo más democrático que quepa imaginar. La pobre casita de la esquina, por desgracia, ya parece estar condenada...
¡Un abrazo!
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