viernes, noviembre 18, 2011

Día 676

Esta casa se encuentra en el barrio La Sabana, el cual se ubica en las inmediaciones de la estación central de ferrocarriles de la ciudad, que lleva ese nombre. Sin embargo, el complejo ferroviario queda en El Listón, o sea pasando la avenida Trece o Colón. Como otros sectores visitados en este blog, esas zonas fueron prestantes en su momento, pero hoy presentan niveles de deterioro urbano y social entre graves y muy graves. No lejos del lugar donde fue tomada esta imagen se encuentra de hecho Cinco Huecos, que como su nombre lo indica no es recomendable ni con escolta a mediodía.

5 comentarios:

Daniel Frischmann dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Increíbles las dos descripciones, Pedro y Daniel.
Aunque en la foto no se aprecia el deterioro del que hablas, me imagino a que te refieres, seguramente hay otros lugares donde las casas son antiguas, pero bien conservadas a pesar de la situación económica de los habitantes de cada zona.
Saludos Pedro.

E. C. Pedro dijo...

Daniel, pues estamos bien coordinados. Expresas los mismo temores y la misma emoción que el 99% de los bogotanos pueden sentir al adentrarse 'en serio' en esta región. El mejor paradigma para manejar las condiciones de seguridad es NUNCA sentirse seguro, hacer el radar varias veces por cuadra, de ser posible ir en grupo (¡claro que el paseo en solitario tiene su encanto!). Creo que el recorrido en el que tomé esta foto seguí una ruta similar a la que describes, salvo que bajé por la calle 10 hasta la plaza España, di una par de vueltas en el barrio La Sabana, y luego sí visité la estación (¡en el sector occidental cuenta con unas 'zonas verdes' perfectamente apocalípticas!) iglesia de la Sagrada Pasión (buen acierto: yo la tuve que buscar en Internet), el hermosísimo molino adyacente, varias casas republicanas que se caen en pedazos (otras están en buen estado), y en fin: la joya de las joyas: el teatro San Jorge. Yo creo Daniel que la única manera de gozarse estos lugares es inspirar hondo, extremar las condiciones de seguridad (!)... e ir; no me parece que nuestros atilescos gobiernos distritales (derecha o de izquierda) tengan ni el margen de maniobra ni las intenciones que requiere semejante operación de rescate: por lo menos los alrededores de la estación están haciendo un verdadero ensayo general para sumarse al rosario de cartuchos que dejó la construcción del parque Tercer Milenio (que me simpatiza mucho, pero que por desgracia no acabó por arte de magia con la pobreza de la zona). El premio es percibir la Bogotá déco del segundo cuarto del siglo pasado, que es muy diferente de la colonial, de la republicana, de la moderna, etc. Y bueno, encontrar otras personas que hacen parte de esta logia secreta y algo salvaje de los caminantes de la ciudad.

E. C. Pedro dijo...

Pherro, pues en efecto el comentario de Daniel echa una mano, digamos, situacional. Aunque esta casa no sea de las más valiosas de este blog (por lo menos en en el sentido arquitectónico) es sin duda una de las más difíciles de registrar, y en consecuencia de las más interesantes.

Saludos.

FJavier dijo...

Eso que relatáis da mucho más valor a la crónica fotográfica y le hace a uno partícipe de los sentimientos que acompañan a las imágenes.
Emocionante.
Mucho cuidado.
Y mucha suerte.

Saludos.