Bastantes vueltas le di hoy a esa convicción según la cual, en plata blanca, solo sacamos de los otros reflejos de nosotros mismos. Las muestras que recogemos del mundo exterior están terriblemente contaminadas, pues en el camino nuestros nervios transportan los datos que las componen, y llegan a la conciencia con más formato que si las hubiera preparado un asesor de prensa.Vivimos entre fantasmas personales.
martes, mayo 22, 2012
Día 845
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2 comentarios:
Interesante reflexión, Pedro, que daría para más de una discusión filosófica. En efecto, no hay otra forma de ver y entender el mundo que a través de la propia mirada. Y los magos saben muy bien lo vulnerable que es. Por eso resulta tan enriquecedor esta ventana que nos permite poder acercarnos para aprender de miradas como la tuya.
Saludos.
Gracias Javier, esto de la fotografía digital ayuda una barbaridad a ponerse en el lugar del otro. No sé si tienes presente la peli 'Mulholland Drive', de D. Lynch. Ahí la cosa sucede en un sueño, pero tiene (entre otras) la virtud de dejar clara la diferencia entre este tema y la subjetividad. Imposible no vivir externalizando las sensaciones y expectativas, plagando literalmente el universo de símbolos, fijando formas, colgando conceptos, etc. Nada grave, bueeeno, nada que podamos cambiar. Con eso y todo hay que saber ponerse en la posición de los demás.
¡Saludos!
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