Dice Borges en el Aleph: "Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo."
Pienso, a tenor de tal observación, que entre los mortales y los inmortales debe de existir un espacio reservado a los veteranos en esto del vivir pues, cada vez con más frecuencia, todo presagio se me antoja más como un iterativo "déjà vu".
2 comentarios:
Dice Borges en el Aleph: "Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo."
Pienso, a tenor de tal observación, que entre los mortales y los inmortales debe de existir un espacio reservado a los veteranos en esto del vivir pues, cada vez con más frecuencia, todo presagio se me antoja más como un iterativo "déjà vu".
Un afectuoso saludo, Pedro.
Pues tal vez Borges tiene razón en esa terrible intuición... Las ciudades no buscarían resolver problemas sino alimentar nuestra sed como ingenieros.
Muchos saludos estimado Javier, y de nuevo bienvenido (¡rebienvenido!)
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