lunes, octubre 31, 2011
Día 659
"Casualidad imprevista", "volver a releer", "actualmente en vigor", "adelantar un anticipo" o "clímax máximo" son expresiones que figuran con honores en el 'Museo de los horrores' del Instituto Cervantes (Enlace). Pero, ¿estamos seguros de que "entrar adentro" a su vez lo sea? La puerta blanca difícilmente puede no llevar al interior. Pero el chorro de luz solar que se aprecia en el portal de la derecha hace sin duda pensar en el astro amigo, y por ende en el cielo y en espacios abiertos. En una palabra, en el afuera.
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Balcón,
Calle Cincuenta y cuatro,
Carrera Quince
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7 comentarios:
Y el peligro de ese balcón que parece, amenazante, el saledizo rocoso de alguna montaña más que de una casa.
Yo pienso que no es para colocarlo en el museo de los horrores pero resulta reiterativo. En cualquier caso también habría que diferenciar el adentro y el dentro, el afuera y el fuera pues cambia la sentencia.
En cualquier caso entiendo tu licencia poética en cuanto a la entrada en el chorro de luz que llega por el callejón. Una foto curiosa.
Un saludo.
No sólo me salta eso que comentas, por otro lado con esas curvas, diagonales, y colores chillantes se antoja retirarse.
Acá en mi ciudad es muy común el métete para adentro y salte para afuera, pfff.
Me agrada la idea del camino de luz.
=)
Si es el acceso a un taller mecánico o a un estacionamiento, debe forzosamente tener un anuncio y usar el código de colores generalizado.
Yo creo que eso de salir para adentro o viceversa es aplicable en algunos casos; aunque realmente no podría aclarar en cuales, ja.
Saludos Pedro.
Estimados, con tal de que por un 'vicio de forma' no nos nieguen la entrada al cielo...
¡Saludos!
La puerta blanca es la entrada a un apartamento donde funciona(ba) un curioso centro de burlesque al estilo más clásico.
No tenía ni idea. Es entonces un sitio doblemente particular.
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