digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.
Observatorio personal con fines públicos del centro de la ciudad, entre las calles 1 y 72 y las carreras 1 y 30.
2 comentarios:
Veo que a usted también le gusta fotografiar su propia sombra.
Saludos
Muy adecuado este poema del fracaso en el triunfo. Y hermosa tu fotografia.
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