domingo, julio 18, 2010

Día 244

Casa en Teusaquillo, vista desde el río Arzobispo. Con suerte (y sonambulismo) podríamos hablar de un Delvaux diurno.

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Una mirada generosa.

Saludos.

El peletero dijo...

Es verdad, le faltan los personajes, los hombres vestidos con gabardina mirando con sus anteojos a las mujeres desnudas que se pasean despreocupadamente, pero tiene el aire de una de esas miradas, incluso también el tono sonrosado de su carne.

Saludos.

E. C. Pedro dijo...

Saludos, gracias por pasar. Toro, una invitación como otras. Peletero, yo pienso que hace falta lgo más de alucinación.

El peletero dijo...

Cada uno, Pedro, tiene la que tiene, incorporada de nacimiento o trabajada con los años.