¡Yo viví en una en La Concordia! Ya estaba un poco caída, y ahora que lo pienso afortunadamente no me tocó ningún temblor en ella (de tierra, quiero decir). Eso sí, el recuerdo es imborrable. Es en efecto el momento en que más bogotano me he sentido.
Nada como una casa republicana para sentirse como un rey. Por suerte nos queda la esperanza de creer que tan confortable belleza reside en un lugar del pueblo que no se deja erosionar por la dejadez de quienes dicen cuidarnos.
4 comentarios:
¡Yo viví en una en La Concordia! Ya estaba un poco caída, y ahora que lo pienso afortunadamente no me tocó ningún temblor en ella (de tierra, quiero decir). Eso sí, el recuerdo es imborrable. Es en efecto el momento en que más bogotano me he sentido.
¡Saludos!
Nada como una casa republicana para sentirse como un rey. Por suerte nos queda la esperanza de creer que tan confortable belleza reside en un lugar del pueblo que no se deja erosionar por la dejadez de quienes dicen cuidarnos.
Siempre es un placer volver, amigo Pedro.
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