sábado, enero 14, 2012
Día 725
De los relatos de Poe, el más entrañable es para mi gusto El hombre de la multitud, que solo puede ser escrito y entendido por los habitantes de las ciudades.
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4 comentarios:
No he leído ese relato, pero sí he escrito muchas veces, a pie, en la Ciudad; como esas sombras de la foto.
La ciudad, y las mismas personas, es una gran habitación oscura llena de gente, oyes rumores, notas el calor, algún ruido, olores, alguien te toca, sientes un abrazo, un cuerpo pegado, un cigarrillo se enciende y ves un resplandor fugaz.
Gerardo, Pletero: Según cálculos de la ONU (o bueno, de su agencia especializada en población), en algún momento de 2008 la población humana pasó de ser mayoritariamente urbana, lo que representa una situación más o menos espectacular en la historia de la humanidad. Lo ideal en esta Babel (falsamente) fragmentada es que sin renunciar a la vibración urbana, podamos por las tardes cultivar la tierra (como los romanos) o mirar las estrellas (como los flamenecos). El cuento de Poe tiene el encanto (para nosotros habitantes del siglo XX) de lanzarnos a una situación familiar pero con la intrigante faceta decimonónica que le da el autor de El Cuervo.
Saludos.
Una curiosa foto sin gente con sombras de gente.
Son las sombras perdidas buscando a su dueño.
Un saludo.
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