sábado, abril 16, 2011
Día 489
El atardecer en los cerros se ve así desde la calle Setenta y dos con carrera Quinta. Es el límite norte del barrio Emaus, que marca a su vez la frontera septentrional de mi reino. El rayo de luz, pese a su inocencia, es una metáfora del fin del mundo, o sea del día.
Etiquetas:
Calle Setenta y dos,
Carrera Quinta,
Montañas de Bogotá
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
En dépit de l'obscurantisme sur lequel s'appuient les gouvernants, on sait maintenant que la terre est une boule qui tourne sur elle-même et qu'il y a toujours un moment où la belle étoile solaire réchauffe un coin de la boule.
Publicar un comentario