viernes, septiembre 23, 2011

Día 625

Tiene el espectador ante sus ojos la segunda aparición en este blog de la iglesia de San Pedro Nolasco, dedicada a un santo catalán que, tras tener éxito como mercader, se fijó como misión liberar a los esclavos cristianos caídos en manos musulmanas. Podría uno preguntarle por qué fue tan exclusivo, para no encontrar respuesta (o dar con una anacrónica obviedad). Lo relevante es que el futuro santo encomendaba a sus seguidores a hacer cualquier cosa con tal de lograr su cometido liberador, lo que incluía en caso extremo pasar a ocupar el lugar del cautivo. Vendría a ser una misión kamikaze sin efectos colaterales.

4 comentarios:

El peletero dijo...

Nos traes el recuerdo de Sant Pere Nolasc que vivió en el siglo XIII en mi Barcelona, un tiempo y un lugar en el que las cosas eran, aparentemente, muy diferentes a las actuales, sólo aparentemente.

Entonces como ahora hay que saberse colocar en el lugar del otro, calzar sus propios zapatos para conocerle mejor y poderle ayudar si es el caso, y esta no es precisamente la actitud de un kamikaze que hace todo lo contrario, obliga a los demás, de una manera intempestiva, a colocarse en el lugar de uno, parece lo mismo, pero no lo es, ¿verdad? Es la diferencia que hay entre un buen amante y un violador.

Saludos.

Unknown dijo...

El cielo siempre es fotogénico.
Saludos Pedro.

Miguel Baquero dijo...

Joer con San Pedro Nolasco, que huevos tenía, eso sí que es un misionero más que sin fronteras sin límites

E. C. Pedro dijo...

¡Cuánta razón, Peletero! En mi descargo puedo aclarar que mi impresión es muy cercana a la tuya... pero no pude evitar la palabra "kamikaze", por eso de dar la propia existencia por una idea.

Sobre el cielo Pherro, recuerdo una bella publicidad para viajes aéreos (sí, también existen) en la que un avioncito destacado contra el azur exclamaba: ¡Hola, mi cielo!

Miguel, ya ves lo que es hacer las cosas hasta las últimas consecuencias. Te confieso que sin ser creyente, el desapego que ha muchas personas les brinda la religión me produce también una gran admiración.

(No siempre alcanzo a contestar los mensajes a tiempo, pero estoy tratando de hacerlo, ¡pues esta es la mejor sección del blog!).