lunes, agosto 09, 2010

Día 265

Cierto optimismo transita el curvo muro de hoy mientras toma el sol. Y tiene razón. Dependemos tanto de la luz, que rara vez reconocemos nuestra naturaleza lumínica. Las tinieblas, por ejemplo, son imposibles sin el resplador, pues la falta de luz no es la oscuridad sino la nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

en cambio esta no parece tierra caliente, no recuerda Honda. Es Bogotá que tambien puede ser desapacible!!! Qué sitio tán anodino.

Miguel Baquero dijo...

Tus casas de esquina parecen magníficas siempre, aunque como en este caso sea bastante insulsa, coincido con Anónimo, pero aun así, al fotografiarlas, les sacas un encanto...
He estado viendo tu entradas anteriores, que me perdí por estar de vacaciones, y de verdad que es un lujazo una ciudad fotografiada así.

E. C. Pedro dijo...

Pobre esquinita, nadie te quiere, todos se acercan por la luz... (Y tiene razón).